Si quieres comprobar tu capacidad de recuperación hay una prueba bastante simple. Después de hacer uno de tus entrenamientos o series y acabar sobre las 165-170 pulsaciones por minuto, cuenta un minuto y vuelve a mirar las pulsaciones, si éstas han bajado más de 25-30 pulsaciones quiere decir que tu corazón va por el buen camino y tienes buena capacidad para recuperar.
Si no logras bajar esas 30 pulsaciones el primer minuto de reposo puede significar que te estás pasando con el entrenamiento y estas fatigado en exceso o que todavía tienes que mejorar la capacidad aeróbica si acabas de empezar a ponerte en forma. La prueba es fácil y sencilla, más si tienes un pulsómetro. Saber este tipo de cosas viene muy bien para ajustar mejor los entrenamiento y saber en qué nivel físico nos encontramos.
También la podemos aplicar durante el entrenamiento si estamos haciendo series, no pasando a la siguiente serie hasta que hayamos bajado esas 30 pulsaciones o disminuyendo el ritmo de las series si vemos que en un minuto no somos capaces de bajar esas 30 pulsaciones, lo que indicará que vamos demasiado al límite.
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