martes, 8 de febrero de 2011

Así se preparo Gerard Butler.


Uno de los cuerpos más envidiados que hemos podido ver en alguna película en los últimos tiempos, Gerard Butler. Nos asombró a todos con el cuerpo que consiguió para la película 300 en la que realizaba el papel protagonista y rey de Esparta, Leónidas.
Antes de nada decir que vamos a hablar de que dieta y entrenamiento siguió para alcanzar el cuerpo que tenía en la película 300 ya que por norma general este actor no suele estar tan musculado ni tan definido, y su dieta y entrenamiento actual parece ser que es bastante normal, incluso algo descuidada por el aspecto de algunas fotos.

DIETA

Como siempre la pieza clave de ese espectacular cambio está en la dieta que siguieron, en la que según reconoce Gerard en multitud de entrevistas pasaba mucho hambre. Se alimentaba básicamente de zumos de frutas, frutos secos y pechugas de pollo a la plancha.

Gerard antes de eso (y me imagino que en la actualidad) comía a base de fritos, patatas, pan… él ha reconocido que su dieta no era del todo buena (ni saludable) y antes de incluso conseguir el papel ya empezó a cambiar sus hábitos alimenticios, aunque sin ser tan drástico como en el rodaje, en los que, por ejemplo, tras 2 horas y media de entrenamiento les daban un puñado de pistachos y un par de zumos de frutas.

EJERCICIO

La piedra angular de el entrenamiento radicaba en una rutina de entrenamiento HIIT (High Intensity Interval Training ) que consiste en realizar ejercicios alternando fases de sobresfuerzo con moderadas, supervisadas en todo momento por un entrenador personal (en este caso fue Mark Twight) que motiva y evita que se produzcan lesiones por sobrecargas o mala técnicas.

Muchos de los ejercicios que hacía eran con su propio peso pero en diferentes ángulos, lugares y situaciones, y en cada serie de la rutina se trabajaban los máximos grupos posibles. Además de usar objetos de todo tipo, desde ruedas de camión, botes de pintura (por ser menos manejable que las mancuernas), cuerdas, anillas, barras fijas, gomas, mancuernas rusas… encadenando multitud de ejercicios sin descanso.

La rutina la preparaba el entrenador personal y consistía en realizarla en el menos tiempo posible. Algunas rutinas eran individuales y otras en parejas o grupos con los que la motivación crecía considerablemente. Aquí os dejo un vídeo que ilustra una parte de entrenamiento.


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