La sentadilla no sólo no es perjudicial para sus rodillas, sino que constituye una valiosa herramienta rehabilitadora...
Las sentadillas son esenciales para su bienestar. Las sentadillas mejoran en gran medida su estado físico, y al mismo tiempo mantienen su cadera, su espalda y sus rodillas sanas y en buen funcionamiento hasta la edad madura.
La sentadilla no sólo no es perjudicial para sus rodillas, sino que constituye una valiosa herramienta rehabilitadora para rodillas lesionadas o delicadas. De hecho, si no practica las sentadillas, sus rodillas no estarán sanas, aunque usted no sienta dolor o molestias de ningún tipo. Esto puede aplicarse también a las caderas y la espalda.
La sentadilla no es una invención desarrollada por ningún entrenador, en mayor medida de lo que lo son el hipo o el estornudo. Se trata de un componente vital, natural y funcional del ser humano.
La posición de fondo de la sentadilla es la postura prevista por la naturaleza para sentarse (las sillas no forman parte de nuestra anatomía), y el movimiento de ascender desde el fondo de la sentadilla hasta la posición elevada es el método biomecánicamente sano por el cual nos ponemos de pie. No hay nada complicado o artificial en este movimiento.
En el mundo industrializado sentimos la necesidad de tener sillas, sofás, bancos, y taburetes, y esto ha supuesto una pérdida de funcionalidad que contribuye en gran medida a acelerar nuestro deterioro biomecánico general.
A menudo nos encontramos con individuos cuyos médicos o fisioterapeutas les han aconsejado que no practiquen las sentadillas. En casi todos los casos el motivo es la pura ignorancia por parte del médico. Cuando a un doctor a quien no le gustan las sentadillas se le pregunta “¿Y con qué método deberían sus pacientes ir al cuarto de baño?”, se queda sin palabras.
Algunos entrenadores y proveedores de productos para el cuidado de la salud, con un nivel de desinformación similar, opinan que la rodilla no debería doblarse nunca más de 90 grados. Sin embargo, si alguien que está sentado en el suelo, con las piernas rectas frente a él, intenta levantarse, necesitará ejercer una fuerza sustancialmente mayor que la que requiere una sentadilla.
Nosotros opinamos que aquellos que aconsejan a los demás en contra de las sentadillas están simplemente repitiendo las tonterías que han escuchado en los medios de comunicación o en el gimnasio, o también es posible que durante su práctica clínica se encontraran con alguna persona que resultara lesionada por practicar las sentadillas de manera incorrecta.
Es ciertamente posible lesionarse si se practican las sentadillas de manera incorrecta, pero también es extremadamente fácil hacerlo con un nivel de seguridad que se consigue progresivamente.
La sentadilla integra la secuencia de la extensión de cadera, un movimiento esencial en el deportista y básico para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Una extensión de cadera potente y controlada es necesaria y prácticamente suficiente para desarrollar un nivel deportivo de élite. “Necesaria” en el sentido de que sin una extensión de cadera potente y controlada no se puede funcionar ni siquiera a niveles cercanos a nuestro potencial. “Suficiente”, en el sentido de que todos los deportistas que son capaces de extender de manera explosiva la cadera, pueden también saltar, correr, lanzar, y golpear con una fuerza impactante. De manera secundaria, pero no por ello menos importante, la sentadilla se encuentra entre los ejercicios capaces de solicitar una potente respuesta neuroendocrina. Este beneficio por sí solo constituye una razón más que suficiente para incluir las sentadillas en su régimen de entrenamiento.
La sentadilla no sólo no es perjudicial para sus rodillas, sino que constituye una valiosa herramienta rehabilitadora para rodillas lesionadas o delicadas. De hecho, si no practica las sentadillas, sus rodillas no estarán sanas, aunque usted no sienta dolor o molestias de ningún tipo. Esto puede aplicarse también a las caderas y la espalda.
La sentadilla no es una invención desarrollada por ningún entrenador, en mayor medida de lo que lo son el hipo o el estornudo. Se trata de un componente vital, natural y funcional del ser humano.
La posición de fondo de la sentadilla es la postura prevista por la naturaleza para sentarse (las sillas no forman parte de nuestra anatomía), y el movimiento de ascender desde el fondo de la sentadilla hasta la posición elevada es el método biomecánicamente sano por el cual nos ponemos de pie. No hay nada complicado o artificial en este movimiento.
En el mundo industrializado sentimos la necesidad de tener sillas, sofás, bancos, y taburetes, y esto ha supuesto una pérdida de funcionalidad que contribuye en gran medida a acelerar nuestro deterioro biomecánico general.
A menudo nos encontramos con individuos cuyos médicos o fisioterapeutas les han aconsejado que no practiquen las sentadillas. En casi todos los casos el motivo es la pura ignorancia por parte del médico. Cuando a un doctor a quien no le gustan las sentadillas se le pregunta “¿Y con qué método deberían sus pacientes ir al cuarto de baño?”, se queda sin palabras.
Algunos entrenadores y proveedores de productos para el cuidado de la salud, con un nivel de desinformación similar, opinan que la rodilla no debería doblarse nunca más de 90 grados. Sin embargo, si alguien que está sentado en el suelo, con las piernas rectas frente a él, intenta levantarse, necesitará ejercer una fuerza sustancialmente mayor que la que requiere una sentadilla.
Nosotros opinamos que aquellos que aconsejan a los demás en contra de las sentadillas están simplemente repitiendo las tonterías que han escuchado en los medios de comunicación o en el gimnasio, o también es posible que durante su práctica clínica se encontraran con alguna persona que resultara lesionada por practicar las sentadillas de manera incorrecta.
Es ciertamente posible lesionarse si se practican las sentadillas de manera incorrecta, pero también es extremadamente fácil hacerlo con un nivel de seguridad que se consigue progresivamente.
La sentadilla integra la secuencia de la extensión de cadera, un movimiento esencial en el deportista y básico para el correcto funcionamiento del cuerpo humano.
Una extensión de cadera potente y controlada es necesaria y prácticamente suficiente para desarrollar un nivel deportivo de élite. “Necesaria” en el sentido de que sin una extensión de cadera potente y controlada no se puede funcionar ni siquiera a niveles cercanos a nuestro potencial. “Suficiente”, en el sentido de que todos los deportistas que son capaces de extender de manera explosiva la cadera, pueden también saltar, correr, lanzar, y golpear con una fuerza impactante. De manera secundaria, pero no por ello menos importante, la sentadilla se encuentra entre los ejercicios capaces de solicitar una potente respuesta neuroendocrina. Este beneficio por sí solo constituye una razón más que suficiente para incluir las sentadillas en su régimen de entrenamiento.
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